La
Constitución soviética de 1936.
En el tema 6, apartado 3 de la Historia Regional de Europa tratábamos la configuración del nuevo estado Soviético hasta la muerte de Lenin, y hacíamos especial hincapié en la Constitución de 1924. Sobre la base de la Constitución de 1924, Stalin va a elaborar y a aprobar una nueva constitución en 1936 que –con leves modificaciones como la de 1977- va a estar vigente hasta los últimos años de la URSS.
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El contexto histórico en el que se va a
aprobar este texto es decisivo, estamos a mediados de los treinta y Stalin ha
iniciado ya el proceso de persecución contra sus oponentes políticos y contra
la sociedad en general para acrecentar su poder y consolidar la instauración de
un estado totalitario. En el panorama internacional asistimos al ascenso de regímenes
-como el nazi- que son igualmente totalitarios y de los que a Stalin le interesa
desmarcarse claramente. La vida política en Europa se está radicalizando entre
los partidos fascistas que cada vez tienen más fuerza y los partidos
izquierdistas –comunistas y socialistas- que se unen mediante la creación de
Frentes Populares para resistir el avance de los fascistas, ni que decir tiene
que estos últimos son apoyados por la URSS. En este sentido la elaboración de
esta Constitución llena de bondades es un recurso propagandístico de Stalin
para fomentar la expansión del
comunismo.
La Constitución promulgada en noviembre
de 1936 consta de 146 artículos encuadrados en trece capítulos donde se aborda
el funcionamiento institucional de la URSS, los derechos de los ciudadanos, las
elecciones, la organización de la justicia...
Aspectos sociales.
Desde el punto de
vista social se declara en el artículo 1 que la URSS es un Estado socialista
de obreros y campesinos, con esta declaración ya nos delimita la división
social del país a dos grupos claramente definidos. Como base del poder se apoya
en los soviets, y son estos soviets los que en teoría sustentan el
sistema. Se declara, además, que la propiedad de las tierras y los medios de
producción es socialista, distinguiendo entre la titularidad del Estado y la de
los koljoses que son los dueños de sus tierras. Como vemos, se plasma en el
articulado las conquistas socialistas y la colectivización de los medios de
producción iniciados a finales de los años veinte. La propiedad privada queda
reducida a las pertenencias personales de cada individuo, es decir, es
totalmente residual.
La
organización del Estado.
En el capítulo II se habla de la organización
del Estado, en éste se consagra el carácter federal del país, que se
encuentra dividido en once repúblicas federadas (a las que se añaden en 1941:
Estonia, Letonia, Lituania y Moldavia). Dentro de algunas de estas repúblicas,
cuyos límites fueron trazados de manera interesada por el
propio Stalin, se encuentran repúblicas autónomas, a las que se le reconocen
casi los mismos derechos que a las repúblicas federadas.
Una
característica destacada es que en el artículo 18 se les da a las repúblicas
un alto grado de autonomía –por lo menos sobre el papel- y llegan a tener la
posibilidad de mantener embajadas con países extranjeros, algo inusual en un
estado federal en el que la federación se reserva las competencias sobre
relaciones internacionales.
El
poder legislativo (parlamento).
El
funcionamiento del poder legislativo se trata en el capítulo III. El poder
legislativo, lo que en Occidente se conoce como Parlamento, recibe el nombre de
Soviet Supremo y se encuentra dividido en dos cámaras: el Soviet de la Unión
que representa a la URSS, y el Soviet de las Nacionalidades que
representa a las repúblicas federadas y autónomas. La existencia del Soviet
Supremo y su división en estas dos cámaras ya se daba en la Constitución de
1924. Las leyes son aprobadas en
el Soviet Supremo cuando son ratificadas en las dos cámaras. Los miembros del
Soviet de la Unión son elegidos uno por cada 300.000 habitantes por sufragio
universal y para un periodo de cuatro años. En cada una de las repúblicas
federadas existe un Soviet Supremo a semejanza del de la URSS.
El
poder ejecutivo (gobierno).
El
poder ejecutivo está formado por un consejo de ministros, todos los ministros
son responsables ante el Soviet Supremo. Entre las decisiones de este organismo
está la de anular decisiones del Consejo de Ministros de las repúblicas
federadas si entran en contradicción con las leyes de la Unión. Como vemos, el
poder ejecutivo de la URSS tiene un calco en el poder ejecutivo de cada una de
las repúblicas que la constituyen, las competencias del ejecutivo de cada una
de estas repúblicas se desarrolla en el capítulo VI.
El
poder judicial.
El
órgano superior de justicia es el Tribunal Supremo, así mismo –al igual que
en los otros poderes- existe un Tribunal Supremo en cada una de las repúblicas
federadas. En la Constitución se garantiza la independencia de los jueces y el
desarrollo de los juicios en la lengua materna de cada una de las repúblicas.
Derechos
garantizados en la Constitución.
Un
capítulo que merece especial importancia es el número X, en él se desarrollan
los derechos y deberes de los ciudadanos soviéticos. Sobre el papel, se les
garantiza un gran número de derechos que no aparecían en muchas de las
constituciones del mundo occidental. Se habla del derecho de todo trabajador al
trabajo y al descanso; dentro de la jornada laboral se fija ésta en siete horas
en los trabajos normales, de seis horas en los trabajos difíciles y de cuatro
en los muy difíciles, así como unas vacaciones anuales pagadas y
asistencia económica en la vejez y si el trabajador pierde el trabajo. Son casi
todo medidas que no tienen nada que ver con la realidad y que nos dan pistas
sobre el carácter propagandístico de esta carta magna.
Se
garantizan también el derecho a una enseñanza gratuita para todos los
ciudadanos soviéticos y la igualdad total sin distinción de raza, nacionalidad
o sexo en todos los aspectos, garantizando a las mujeres embarazadas vacaciones
en los últimos meses de embarazo, algo impensable en los países occidentales.
Además reconoce la libertad de culto (algo que en la práctica era perseguido)
y la libertad de propaganda antirreligiosa. Se garantiza también la libertad de
asociación, pero las asociaciones debían estar integradas dentro del PCUS (única
alusión al Partido en la Constitución) con lo cual en la práctica se
encuadraba a la población dentro del partido único. También se garantiza la
libertad de palabra, imprenta, reunión, mítines y manifestación, así como
que no se puede detener a nadie sin la decisión de un tribunal (no está mal
después de haber estudiado la etapa del Terror).
El
sistema electoral se basaba en el sufragio universal directo y secreto para los
mayores de 18 años.
Valoración
de la Constitución.
A
pesar del carácter progresista del texto jurídico, la desconexión con la
realidad fue total y los propios ciudadanos soviéticos no se la tomaron en
serio. Como hemos adelantado antes tenía un evidente carácter propagandístico
y tenía como objetivo demostrar que la URSS no era una dictadura, el propio
Molotov declaró que pasarían años antes de que todas las libertades civiles
garantizadas por la Constitución entraran en vigor. En lo político no aparece
casi ninguna mención al PCUS cuando en la práctica es el único partido, el
que monopoliza el poder, el único que puede presentar candidatos, ese papel
creciente del Partido Comunista ya lo veíamos en la Constitución de 1924 y
aparecerá sancionado de manera oficial por primera vez en el artículo 6 de la
reforma que hizo Breznev de esta constitución en 1977.