3.
El
Imperialismo
y
la expansión colonial.
A finales del XIX las potencias industriales europeas se
lanzaron a la ocupación de territorios en otros continentes para buscar
materias primas baratas y encontrar mercados donde colocar los excedentes de
la industria y el capital europeo.
La explotación económica de estos territorios y la ocupación con
población europea generaron la conquista y dominación política de esas
zonas, así se crearon imperios coloniales en manos de Gran Bretaña, Francia,
Alemania... Este proceso se llamará imperialismo y será muy distinto del
llevado a cabo en otras etapas de la Historia, como el siglo XV y XVI donde
portugueses y españoles también fundaron imperios coloniales.
Por último, los principales beneficiados en esta expansión colonial
serían los burgueses, accionistas de las grandes empresas capitalistas, ya
que recogerían los beneficios económicos de una conquista realizada con el
esfuerzo de toda la nación. Ni que decir tiene que los perjudicados serán
aquellos pueblos asiáticos y africanos que serán despojados de sus riquezas
y su futuro inmediato truncado.
I.
Aclaración de conceptos.
Normalmente aparecen asociadas dos
palabras, colonialismo e imperialismo, sin embargo el significado de las dos no
es exactamente el mismo aunque las dos se utilicen como sinónimos.
Colonialismo
o colonización es un término muy amplio, significa cualquier
forma de dominio político, económico o cultural de un territorio por otro en
cualquier época de la Historia de la Humanidad. Así hablamos de
colonizaciones cuando los griegos en el siglo VIII a. de C. se dispersaron por
todo el Mediterráneo para fundar nuevas ciudades; nos referimos también a la
expansión de portugueses y españoles a lo largo de los siglos XV y XVI; e
incluso nos referimos al proceso de colonización que sufrieron África y Asia
con gran intensidad desde el último tercio del siglo XIX, es decir, el tema que
nos ocupa. Hoy en día hay otra forma moderna de colonialismo que se llama neocolonialismo
y se basa en el dominio y control económico de los países ricos sobre los
subdesarrollados.
El término imperialismo tiene un significado mucho más restringido, se refiere
a esa expansión colonial del último tercio del siglo XIX y principios del XX.
De todas formas es un término de difícil definición, entre 1840 y 1960 se han
descrito hasta doce significados distintos de la misma palabra.
La
palabra se usó por primera vez en el XIX y a finales de ese siglo se utilizaba
con frecuencia gracias a las obras de historiadores como Conant y Hobson, para
estos historiadores el imperialismo estaba íntimamente unido a intereses económicos.
Esta acepción de la palabra sería retomada en el siglo XX por los
historiadores marxistas, entre ellos Rosa Luxemburgo y Lenin, sobre todo este último
que en su folleto El Imperialismo, etapa
superior del Capitalismo critica la explotación de los pueblos de África y
Asia por las ambiciones de la burguesía europea que necesita controlar mercados
y materias primas. A partir de los historiadores y escritos marxistas el término
adquirió unas connotaciones negativas y se hizo sinónimo de explotación y
dominio de unos pueblos por otros. La palabra sigue teniendo vigencia hoy en día
para designar la política agresiva y expansionista de un pueblo con respecto a
otro.
II. Las causas de
la expansión colonial.
1. Las causas.
a)
Causas demográficas.
Son relevantes y no siempre se les ha dado importancia. En Europa el
desarrollo agrario e industrial va a generar un crecimiento importante de la
población. Fijémonos en los datos, de 1815 a 1870 la población europea ha
pasado de 190 millones a 300, y esa cifra se elevaba a 450 en el año 1914. Se
calcula que unos 40 millones de europeos abandonaron el viejo continente a lo
largo del siglo XIX. El éxodo fue más fuerte en la década de 1870-1880, se
calcula que en esos años saldrían de Europa una media anual de entre unos
300.000 y unos 500.000 hombres, siendo el año 1887 el año con más salidas,
800.000. Al iniciarse el siglo se continuaría esta tendencia y en 1907 salieron
un total de 1.400.000 europeos. No entraremos en las causas de estas migraciones
pero habría que hacer referencia a las crisis económicas europeas y el
brillante panorama que aparecía en los países de ultramar. Sólo señalaremos
un hecho, que son en los años en los que se consolida la expansión colonial en
los que más población sale de Europa (1870-1914). También hemos de aclarar un
dato, todos los emigrantes que salen de Europa no van a las colonias, un gran número
se van a los países nuevos como Estados Unidos, Argentina, Brasil, Venezuela...
b)
Causas económicas.
Son
fundamentales, pero no únicas. Algunos historiadores hicieron notar que en
Europa había un excedente de capitales muy fuerte y que para buscar
rentabilidad estos debían invertirse en otros lugares más rentables, de esta
forma se irían muchos a África, Asia... para financiar construcciones
portuarias, trazado ferroviario...
Un hecho determinante es la crisis de ciclo largo que asola Europa a
partir de 1873, esto hace que casi todos los países (menos Gran Bretaña) opten
por una economía proteccionista, ante la imposibilidad de exportar capitales y
productos en Europa debido al proteccionismo de otros países, es necesario
buscar nuevos mercados fuera de Europa que no tengan trabas aduaneras, de esa
manera se justifica la inversión en zonas alejadas en Asia y África.
Por último la carrera industrial y la competencia entre las economías
de los países europeos lleva a una lucha por conseguir materias primas baratas
para abastecer la industria y otros sectores económicos, esas materias primas
se van a encontrar en África: productos tropicales, minerales... y en Asia:
opio, seda...
c)
Causas políticas.
Están muy relacionadas con el nacionalismo. Ya veíamos en el tema 2 cómo
en las viejas naciones europeas el nacionalismo va a llevar a la conquista de
nuevos territorios. Ese nacionalismo canaliza los esfuerzos nacionales hacia
nuevas empresas para buscar el engrandecimiento de la nación que está llamada
a un gran destino. La idea de prestigio dará lugar a la interpretación de que
un país sin colonias es un país de segunda fila, eso lógicamente acelerará
la lucha por la conquista de territorios.
En
Francia a través de la conquista de nuevos territorios se intenta borrar la
humillación por la pérdida de Alsacia y Lorena en la guerra franco-prusiana.
De la misma manera España se lanzará a la conquista de Marruecos para olvidar
el desastre de 1898.
El
nacionalismo, que genera el imperialismo en muchas potencias europeas, va a
producir muchas rivalidades entre ellas, rivalidades que darán lugar a la I
Guerra Mundial, pero esas fricciones serán remarcadas por la disputa por el
dominio de vastas zonas en África o Asia.
d)
Causas estratégicas.
Hay que tener en cuenta también las rivalidades estratégicas, como el
dominio de algunos puntos importantes en las rutas comerciales, y en algunos
casos la posesión de un número determinado de factorías costeras, para
repostar los barcos de vapor en las grandes travesías. En ese orden de cosas
cada país traza unos objetivos de lo que tiene que ser su dominio y de qué
tierras hay que conquistar, así Gran Bretaña considera que lo lógico sería
unir El Cairo en Egipto con Ciudad del Cabo en Sudáfrica, dos territorios que
domina; los portugueses intentarán unir sus dos territorios africanos: Angola y
Mozambique; los franceses unir Argelia con el Senegal y conquistar todo el Sáhara;
España unir las dos orillas del Estrecho...
e)
Causas ideológicas.
En
algunos casos están muy relacionadas con las políticas. Tanto en Gran Bretaña
como en Francia la opinión pública se ve sacudida por la ideología patriótica
y nacionalista que extenderá la idea de conquista como un deber ineludible para
con la patria. Echando mano del pasado cada nación encuentra en su Historia una
etapa de esplendor y gloria a la que hay que imitar, hay que restaurar la gloria
y el honor: los italianos hacen referencia al Imperio Romano, los franceses a
Carlomagno, el rey Sol o Napoleón... esa es la justificación ideológica.
Unidas al nacionalismo no debemos olvidar otras ideas, normales en la época,
como la consciencia generalizada de que el hombre blanco era superior y que su
misión era someter a los pueblos salvajes a los que consideraba inferiores, es,
evidentemente una corriente racista.
Frente a esto encontramos otras ideas que podemos llamar filantrópicas en las
que el hombre blanco siente necesidad de difundir la cultura y los avances de la
civilización en estos países más retrasados, un gran número de médicos y
maestros serán enviados a estos territorios. Muy unido a esto está la labor de
los misioneros, tanto católicos como protestantes, es de destacar que la labor
de estos misioneros precede a la ocupación efectiva del territorio desde el
punto de vista militar.
f)
Causas científicas.
Muy importante será también el interés de las Sociedades Geográficas que
sienten el impulso de llenar los espacios vacíos en los mapas, en esta línea
se organizarán importantes expediciones para localizar, por ejemplo, las
fuentes del Nilo... A menudo las expediciones científicas y los viajes de
exploración serán utilizados por los distintos países para hacer valer sus
derechos sobre un área concreta, como ejemplo destacan los viajes de Stanley al
servicio de Leopoldo II de Bélgica.
III.
Tipos
de colonias.
A esta clasificación de
los territorios coloniales desde el punto de vista político o administrativo
podíamos añadir otras clasificaciones según aspectos económicos, sociales,
culturales...
Este modelo se suele dar
en una primera fase de la expansión colonial, el papel de las compañías es
transitorio y en el aspecto organizativo
del territorio serán sustituidas por el Estado que crea un cuerpo de
funcionarios para la administración de la zona dominada.
Este modelo es fruto de la conquista militar del territorio colonial por parte de la metrópoli y la colonia se organiza como si fuera una región más del territorio metropolitano, con sus mismas instituciones. Este modelo es antiguo, es el que llevó a cabo la colonización española en América con la creación de los virreinatos y otras instituciones.
Los
distintos cargos administrativos están reservados a la población blanca, que
en algunos casos tienen representantes en el parlamento de la metrópoli, la
población autóctona carece de derechos políticos. El objetivo final de esta
forma de administración es la asimilación de la población indígena,
es decir, su europeización, el convertirse al modo de vida del colonizador.
Debido
a la lejanía de Europa y ante la necesidad de tomar decisiones rápidas y
urgentes, surge la figura del gobernador que tendrá un gran poder y
representará a la potencia colonizadora en la colonia. Fue un método muy
utilizado por Francia, en territorios como Guayana, Conchinchina (actual
Indochina), Senegal...; pero también por Alemania, Italia e incluso Gran Bretaña
en algunos casos, aunque no tenía la intención de asimilar a la población autóctona.
Es
una modalidad que se aplica en territorios con una cierta organización indígena
y donde el colonizador no estaba especialmente interesado en la ocupación
militar. La metrópoli respeta el gobierno indígena y éste tiene plena
libertad en asuntos internos, pero en política exterior está totalmente
supeditado a los intereses de la metrópoli. El país colonizado acepta esta
sumisión por presiones financieras y militares, perdiendo así su personalidad
jurídica a nivel internacional, pierde su carácter de país independiente.
Este
modelo fue muy aplicado por Francia en lugares tan remotos como Camboya (1863) o
cercanos como Túnez (1881), Marruecos (1906)... Gran Bretaña también lo
utilizó en algunos estados de la India donde respetó el gobierno de los príncipes
locales.
Para
la existencia de un protectorado es necesario que los distintos países europeos
reconozcan a la potencia colonizadora su zona de influencia, esto tiene lugar en
conferencias internacionales, o bien a través de pactos bilaterales entre dos
naciones europeas.
Esta
modalidad se da sobre todo en colonias inglesas en zonas donde hay un fuerte
asentamiento de población blanca. El territorio se organiza con un gobierno
de los colonos blancos que tiene una amplia autonomía en cuestiones internas
pero que debe someterse a las directrices de la metrópoli en cuestiones de política
exterior. Era frecuente crear parlamentos autónomos dentro de la colonia, en
ellos, lógicamente sólo estaban representados los blancos y se ignoraban los
derechos de la población de origen.
Esta
modalidad se dio en Nueva Zelanda (1854), África del Sur (1854), Canadá
(1867), Australia (1890)...
Estas
colonias de poblamiento se denominarán dominios
a partir de 1907 y en 1931 por el Estatuto de Westminster obtendrán la
independencia dentro de la Commonwealth o comunidad de países de cultura
inglesa.
Holanda
también llevó a cabo un sistema muy parecido a la colonia de poblamiento
inglesa.
Ya hablábamos en el apartado II de la causas de la
expansión colonial europea, y en el III de las distintas modalidades de ocupación,
en el actual vamos a tratar de la formación de los imperios coloniales europeos
en África y en Asia. Veremos como antes del año 1885 los europeos no habían
ocupado nada más que algunos lugares del litoral africano y muy poco el
interior. En el año 1885 tiene lugar en Berlín una conferencia internacional
para diseñar sobre el mapa el reparto del continente negro entre las potencias
europeas, ese es el pistoletazo de salida para una rápida ocupación del
continente auspiciada por el imperialismo de las distintas potencias
industrializadas. En pocos años, más exactamente en 1900, África está
repartida entre varios imperios coloniales.
En
Asia se produce un fenómeno paralelo, aunque no hay ninguna conferencia
internacional, los límites de las distintas zonas de ocupación se realizan a
través de pacto entre las distintas potencias (Rusia, Gran Bretaña,
Francia...)
1. El reparto y ocupación de África.
a) La presencia
europea en África antes de 1885.
Antes de 1885 los europeos no conocían de África nada más que sus costas, el interior, salvo alguna excepción, seguía siendo como en épocas anteriores una gran mancha blanca en el mapa. La explotación de las costas de África se daba desde el siglo XV, los portugueses se asentaron allí estableciendo factorías para comerciar con el interior y obtener, entre otras cosas, esclavos negros. La dominación del litoral africano se basaba en un interés estratégico, así ese dominio costero se acentuaba en las desembocaduras de los grandes ríos considerados como vías naturales de penetración hacia el interior.
Los
portugueses estaban asentados en la costa de Angola y Mozambique desde el siglo
XV.
La
emigración francesa se dirigió a la costa mediterránea africana (Argelia) ya
desde el año 1830, la conquista de ese mismo territorio se produciría ya en
1880; además de Argelia los franceses se habían asentado en Túnez, Senegal y
Gabón.
Los
ingleses tenían factorías a lo largo de casi toda la costa africana, estas
factorías eran puntos importantes en el abastecimiento de los barcos en la ruta
hacia la India, entre ellas destacan Gambia, Sierra Leona, Ghana, la colonia de
El Cabo en el sur del continente y desde 1878 habían apartado a los franceses
de Egipto donde controlaban el Canal de Suez, punto clave para la ruta hacia la
India.
b)
La Conferencia de Berlín y el reparto de África.
A partir de los primeros años de la década de los 80 se empieza ya a notar el tono expansivo que algunas naciones empleaban en el territorio africano, siendo esto causa de fricciones entre las distintas potencias europeas. Para ello Bismarck, verdadero árbitro de la política europea, convocó a finales de 1884 una Conferencia en Berlín para regular cómo sería el reparto del continente africano. Participaron 12 naciones europeas más Estados Unidos y Turquía.
Veamos
cuáles son las resoluciones más importantes de la Conferencia:
1º.
Se reconoce al rey Leopoldo II de Bélgica la soberanía sobre la cuenca del río
Congo, pero esta soberanía era a título particular y el Congo tendría un
estatuto de Estado internacional no sometido a ningún país, ni a Bélgica. El
objetivo era que este territorio se convirtiese en un estado-tapón entre los
territorios ingleses, franceses, alemanes y portugueses, esta era la zona de máxima
disputa.
2º.
Se reconocía la libre navegación y el libre comercio por los grandes ríos
africanos como el Níger, el Congo y sus afluentes.
3º
El punto más importante de la Conferencia era el reconocimiento de que el sólo
dominio de la costa no implicaba la dominación del territorio interior, sólo
daba una cierta preferencia al país situado en el litoral, esto motivó una
carrera por la ocupación desde el litoral a las zonas interiores.
4º.
No basta con declarar la soberanía sobre un territorio, hay que ocuparlo de
manera efectiva, si no sucede eso se pierden los derechos.
La
conclusión de la Conferencia de Berlín es que se produjo una fuerte aceleración
de la ocupación de África, una auténtica fiebre de colonización sacudió a
toda Europa y nadie quería permanecer ajeno al reparto de la tarta africana, y
más cuando el prestigio de los países estaba en juego.
Desde
la costa los ingleses penetraron rápidamente hacia el interior. Los
objetivos de la expansión británica eran claros, querían unir El Cairo en
Egipto con El Cabo en el sur del continente, y así formar un eje norte-sur de
dominios ingleses.
En
la costa atlántica los británicos desde sus factorías costeras avanzaron
hacia el interior y crearon dominios coloniales en Sierra Leona, Costa de Oro
(actual Ghana) y Nigeria. En el sur estaban fuertemente asentados en torno a El
Cabo y desde allí se expandieron hacia el norte chocando con los bóers,
granjeros holandeses asentados allí desde el siglo XVII y que habían
constituido varios estados independientes en Orange y Transvaal, la aparición
de diamantes y otras riqueza motivó la guerra y los territorios bóers fueron
incorporados al Imperio Británico. También en el sur destacó la labor de
Cecil Rhodes en la colonización y ocupación de Rhodesia (actuales Zambia y
Zimbawe) y Bostwana. En el este del continente se habían asentado en Uganda y
Kenia. En el norte el dominio sobre Egipto, oficialmente bajo soberanía turca,
fue la plataforma para la ocupación del Sudán, donde chocarían con los
franceses en Fashoda en 1898, cerrando el paso de los franceses hacia el Índico.
En su objetivo de unir El Cairo con El Cabo sólo se interponía el África
Oriental Alemana (actual Tanzania) pero tras la I Guerra Mundial se harán con
este territorio.
d)
El Imperio Francés.
Partiendo
de los asentamientos costeros de la etapa anterior los franceses se van a
adentrar en el interior. Al igual que los ingleses van a tener unas líneas
maestras u objetivos a cumplir, el primero de ellos es unir Argelia
con el Senegal y con Gabón, la unión con Senegal no reviste problemas y
Francia queda dueña de casi todo el Sahara, pero para la unión de Argelia con
el Gabón tendrá que esperar a la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial
para incorporarse el Camerún. El otro gran objetivo será unir el Atlántico
con el Índico a través del Sahara, creando así un cinturón francés de costa
a costa de África, como vemos este segundo objetivo chocaría con la idea
inglesa de unir El Cairo con El Cabo, y el choque armado no tardó en aparecer,
en 1898, tal como vimos, los franceses son rechazados en Fashoda y son
expulsados por los ingleses del Sudán, de esta manera se frustraba su proyecto
de unir el Atlántico con el Índico. La rivalidad con Alemania no tardará en
estallar, Alemania tiene pretensiones sobre Marruecos y se producirán momentos
de tensión entre las dos potencias.
Con
todo, Francia quedaría dueña de un gran imperio que incluía a Argelia, la
mayor parte de Marruecos (que compartía con España), el África Occidental
Francesa incluyendo los territorios saharianos desde el centro del Sahara hasta
la costa de Mauritania, Senegal y Costa de Marfil, el África Ecuatorial
Francesa, el Gabón, el Congo francés y la isla de Madagascar, la ocupación de
esta última se inicia a partir de 1883 pero de forma muy lenta.
Bismarck no estaba
especialmente interesado en la construcción de un imperio colonial, no le veía
ventajas, pero ante las rivalidades y por cuestión de prestigio consiguió en
la Conferencia de Berlín la adjudicación de Togo, Camerún, el África
Sudoriental Alemana (actual Namibia) y el África Oriental Alemana (actuales países
de Tanzania, Ruanda y Burundi). El objetivo de los alemanes era crear
también un cinturón de territorios que uniera el Atlántico con el Índico,
como los franceses, pero tras su derrota en la I Guerra Mundial sus territorios
serán repartidos entre Francia y Gran Bretaña, llevándose esta última la
mayor parte.
Estos países recibieron las migajas del reparto, a menudo las grandes
potencias, en la Conferencia de Berlín, preferían que un territorio en disputa
fuese a parar a una pequeña potencia que a un rival.
Portugal estaba asentado desde tiempos inmemoriales en la costa de Angola
(Atlántico) y de Mozambique (Índico), va a iniciar la expansión hacia
el interior, con la intención de unir los dos territorios, objetivo este
difícil de cumplir ya que chocaba con el objetivo de Gran Bretaña de unir El
Cairo con El Cabo.
Italia
se incorpora tarde al proceso colonizador y cuando llega ya sólo queda libre
Etiopía y los territorios de alrededor. La conquista de Etiopía se hace
imposible y 20.000 italianos son derrotados por los etíopes en Adua, Italia
renunciará a la conquista. Los territorios italianos en África se reducirán a
Eritrea en la costa del mar Rojo, Somalia italiana en el Cuerno de África y
Libia, incorporada en 1912. Mussolini intentará en los años treinta la
conquista de Etiopía pero será un efímero dominio.
España recibe en África el norte de Marruecos, que conquistará ya bien
entrado el siglo XX, el territorio de Ifni en la costa sur de Marruecos, el
Sahara español y Guinea Ecuatorial formada por el territorio continental de Río
Muni y la isla de Fernando Poo.
En cuanto a las potencias que participan vemos que en el centro, norte y
este del Asia continental están asentados los rusos; en el sur con la India
como eje los británicos; en la península de Indochina los franceses, que eran
los únicos que no estaban presentes en el continente en épocas anteriores; y,
por último, los holandeses en las islas de Indonesia.
En Siberia y el sur de Extremo Oriente destacó la figura de Muraviev que
inició la colonización de Siberia e impulsó la ocupación de la zona del río
Amur a costa de China para participar en el comercio chino y obtener salida a
mares más cálidos, estos territorios serían unidos más tarde por el famoso
ferrocarril Transiberiano. El expansionismo ruso en Extremo Oriente sería
frenado por el imperialismo japonés en 1905.
En Asia Central la expansión respondía más a cuestiones estratégicas,
era un territorio muy próximo a la Rusia Europea y desde el Cáucaso los rusos
se extendieron rápidamente hacia el Caspio, el mar de Aral y el lago Baijash.
Como los rusos no querían entrar en contacto con los ingleses, dejaron a Persia
(Irán) y a Afganistán como estados-tapón.
La India será la base de sus posesiones. La presencia británica
en la India era antigua, pero era la Compañía Británica de las Indias
Orientales quien realmente gobernaba y no el Gobierno británico, aunque éste
debía aprobar las leyes que regulaban la vida en la colonia. Gran Bretaña poseía
factorías comerciales y controlaba algunos territorios más de reyezuelos
derrotados, el objetivo era unir los enclaves británicos y aumentar las zonas
de influencia. El ejército británico contaba con una fuerza importante de
indios en sus filas, los cipayos, que colaboran en la ocupación y eran
controlados por los oficiales ingleses. Tras la revuelta de los cipayos de
1857-1858 el Gobierno británico introduce grandes reformas: disuelve la Compañía
de las Indias Orientales y la India se convirtió en una colonia de la corona
inglesa que estaría representada en la zona por un virrey. Con esta
reorganización los ingleses ocuparon nuevas zonas de la India y convirtieron en
vasallos a muchos reyes locales, pero además, extendieron sus fronteras hacia
el Oeste (Beluchistán) y el Este (Birmania).
Además del control de la India, los ingleses tenían en Asia territorios
en el sur de la península Arábiga, y en Malasia.
Importante fue su papel comercial al obligar a China tras la Guerra del
Opio a abrir sus fronteras al comercio inglés.
c) Los franceses en Asia.
d) Los holandeses en Indonesia.
La presencia de holandeses en Indonesia venía de siglos pasados, a esta zona Holanda la denominó Indias Orientales Holandesas y fueron administradas y explotadas desde Batavia en la isla de Java.
Albacete, 13 de diciembre de 2001.